Esta es una página para todos los ejecutivos de América Latina que está escalando para estar en una mejor posición en este desigual continente. Aquellos que no nacieron con privilegios y han pasado por más de un momento incómodo mientras crecían. A través de mis experiencias y aprendizajes, quiero enseñarte lo que antes no sabía que era importante pero que, poco a poco, me ha abierto puertas.
Aquí encontrarás:
- Tips para viajes de negocios.
- Guías de cómo vestirte según la ocasión.
- Consejos de crecimiento profesional.
- Diferencias culturales entre los países cuando negocian.
- Formas de lidiar con tu vida cuando viajas mucho. Estrés y soledad por ejemplo.
Mi historia
Vengo de un barrio como Tepito de México, el Callao en Perú o Puente Alto de Chile. Un día estaba en las oficinas administrativas de la universidad para hacer un trámite, pero coincidió que estaba de traje. Tenía una presentación de mi práctica y me habían pedido ir así como parte de mi evaluación.
Nunca me habían atendido tan rápido el equipo de funcionarias de la universidad. Un trámite que normalmente me hubiera tomado 2 horas, se cerró en 15 minutos. Ese día comprendí que había más recursos que solo dinero para resolver los problemas. Los sociólogos definen esto como capital y es más amplio de lo que la gente cree, ya que puede ser económico, social, humano e incluso erótico.
Para ser honestos, la primera vez que entendí esto me resentí. Me ardió el pecho de rabia porque sabía que no podía competir con mis compañeros que sí sabían como esto funcionaba. No solo tenía que soportar que mis compañeros, en su mayoría vinieran, con más conocimientos desde la preparatoria, sino que además, tenían habilidades y recursos que a mí jamás me habían entregado y podrían hacer la diferencia en unos años en si conseguía un cargo de director o gerencia.
Ese resentimiento me duró hasta que empecé a verlo como un juego. Personalmente, jamás voy a discriminar a alguien por cómo se ve. Si veo una persona buena la voy a escuchar, si veo un profesional capaz lo voy a contratar. Pero el mundo no funciona así y las personas tienen sesgos que muchas veces son incapaces de sobrellevar. Incluso si no tienen una mala intención. Es divertido ver cómo la gente cambia la forma en la que te trata solo por peinarte un poco mejor y ponerte una camisa.
Desde que viví esa experiencia comencé a trabajar en una startup tecnológica que tuvo la posibilidad de crecer por todo el continente. Junto con el equipo de entonces tuvimos la responsabilidad de ir a países que no conocíamos, negociando con corporaciones que jamás habíamos escuchado y resolviendo problemas que no pensamos que tendríamos. Eso me forzó a investigar mucho más sobre todo lo que quiero conversar contigo aquí.
Mi invitación
El mundo tiene sus reglas y aunque no siempre son justas, aprender a jugar según ellas te abrirá más oportunidades. Sin embargo, esto no es una invitación al arribismo ni a cambiar tu personalidad. De la misma manera en que una escala musical permite la improvisación, una coreografía facilita el baile, y las fórmulas físicas nos ayudan a entender el universo, quiero compartir contigo lo que he aprendido para que puedas adaptarlo a quien eres.
Quiero aclarar algo. Este blog está orientado a hombres. Aunque es probable que muchas mujeres encuentren valor en lo que voy a decir, la realidad es que hay aspectos de la experiencia femenina de los que simplemente no tengo conocimiento. Ojalá algún día sumar una escritora que quiera compartir su experiencia.
Mi deseo es que este modesto blog llegue a la emergente clase media de nuestro continente. Para ser honesto, me resulta un poco incómodo admitir cuán importante ha sido todo lo que voy a compartir aquí en mi crecimiento profesional. Si algún día este blog llega a alcanzar más de 10.000 visitas en un mes, me pondré mi nombre como autor. Por hora seré solamente FM.
Estoy aquí para acompañarte en este viaje. Te deseo lo mejor y te invito a unirte a nuestra comunidad.